1 de octubre de 2017
Km: 57,34
Desnivel en m: 1095
IBP=96
Crónicas del Biker:
Quedamos Antonio y yo para realizar esta ruta, que pasa por las Canteras de Viguera y senda bonita, ha pasado mucho tiempo desde la última vez que la hicimos y es merecedora de repetirla.
Chispea un poco pero no parece haber riesgo de lluvia, el cielo está un poco nublado pero la temperatura no es mala.
Ciclamos tranquilamente por el camino de Alberite, nos encontramos con grupos y gente en bicicleta, como es habitual por esta zona.
Vamos aproximándonos a Islallana.
Llegamos a las cercanías del pueblo.
Y nos encaminamos hacia Viguera, vamos por el camino en ligero ascenso hasta que nos encontramos la clásica rampa encementada, que acaba en la plaza.
Superada esta primera cuesta, ya consideramos realizado el calentamiento y continuamos hacia las canteras.
Hacemos una pequeña parada en las proximidades del camino del Chorrón, donde pronto aparecerá un grupo de vacas, solas y organizadas se van hacia dicho camino.
Seguimos la ascensión, ahora se nota que la rampa se incrementa en la subida por las canteras.
Continuamos ganando altura sin parar...
Tomamos el desvío a "Cerro Arao"
Si lo de antes se subía bien enseguida dará comienzo el verdadero esfuerzo, la rampa se incrementará notablemente y el terreno se hará más dificl, por las piedras sueltas...así que no queda otra que con paciencia y fatiga vamos poco a poco....
Hacemos otro alto en este punto, es como una referencia psicológica, resulta costoso el ascenso.
La subida no parece acabar...vista atrás:
Hasta que por fin llegamos a la parte donde dejamos el camino para meternos en senda preciosa, aprovechamos para disfrutar de las vistas, antes de introducirnos en la arboleda.
Nos preparamos ya para marchar,
Y entramos en la senda, a la izquierda del camino.
La primera parte seguimos ascendiendo, bonita pero cansina.
Al GPS de Antonio le pasa como a mi, se le acaban las pilas, pero la solución de cambiarlas por unas nuevas no me las puedo aplicar...
No me viene mal la breve parada técnica antes de continuar.
Seguimos ascendiendo hasta que ya tocamos techo, para dar a la parte más divertida, el ansiado descenso.
Hasta finalizar en la fuente,
Desde donde iniciamos el regreso con rapidez, hacia Nada y posteriormente por la senda de la acequia.
Antonio, con el ansia descender todavía en el cuerpo, se marca una caidita de Roma en la cuesta de las vacas...debido a que entra en ella como si le persiguiera el negro del Whatsapp, pero la fortuna le sonríe y no sufre lesiones que lamentar, así como tampoco ningún daño en la bici.
Atravesamos Lardero y finalizamos una gran mañana bicicletera, con la satisfacción de haber realizado esta buena ruta.
