Pedaleando bajo la lluvia, tormenta y agua a manta

4 de junio de 2017
Km: 45,13
Desnivel en m: 824
IBP=51

Crónicas del Biker:


Salimos Antonio y yo, con una previsión meteorológica incierta. Es por ello que elegimos una ruta sencilla, por lo que pudiera pasar...

Empezamos cruzando La Grajera, esquivando peregrinos,  para llegar enseguida a Navarrete.

Ponemos dirección al embalse de Valbornedo mientras que vemos ya próxima una buena tormenta, rayos y truenos que de momento no tenemos encima.

Cruzamos al otro lado del embalse.

Y ponemos rumbo a Hornos. 

Camino cómodo y breve parada antes de llegar, vista atrás, la tormenta en modo "persecución".

Atravesamos Hornos y seguimos hasta la ermita, para seguir subiendo por el camino, que no está en malas condiciones.

Cuando terminamos de subir y viendo que el cielo está ya más oscuro, decidimos parar para almorzar. Suponemos que no nos libra nadie del agua y mejor hacer el alto sin lluvia.

Unas fotos con la fauna salvaje de la zona.

No parece muy amistosa y tampoco hay que tentar....

Foto institucional y a seguir que se acerca la tormenta, nos va a caer buena...

Nos aproximamos a Sotés.

Bajada rápida hasta el Camino de Santiago y ahora si...ya nos pilló el diluvio universal. 

Debido a nuestro indómito espíritu decidimos continuar y sobrepasando mojados peregrinos dejamos el Camino e iniciamos el ascenso a la Dehesa de Navarrete.

Vamos subiendo bajo una fuerte lluvia, cruzando torrentes que desbordan el camino y arrastran la tierra de los cultivos aledaños.

En este tramo vuelven a verse rayos y a escuchar tronar, la lluvia no cesará en lo que queda de ruta. 

Seguimos subiendo hasta llegar al cruce de caminos y  dejamos ya de ascender, vamos a regresar.

Vista atrás:

Antonio sustituye sus guantes cortos por unos largos, con la idea de que eso le dará algún poder ante la lluvia.

Ya vamos bien surtidos de barro:

Añadimos ahora el viento en contra a las inclemencias que estamos padeciendo y llegamos a Fuenmayor.

Decidimos volver por el camino en lugar de coger la via verde.

Al pasar al lado del río comprobamos que su cauce ha aumentado, eso está bién.

Más adelante nos encontramos con el camino convertido en una especie de arroyo de chocolate...y vemos como hay en la ladera del monte una especie de cascada de barro.

Continuamos hasta llegar a El Cortijo y subimos la cuesta que va al mirador del Ebro.

Una vez arriba, descendemos para divisar ya Valdegastea.

 Vista atrás:

Finalizando el recorrido en Logroño, calados y con un poco de barro en la vestimenta pero contentos.

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