Orbitando pasa la vida volando

12 de noviembre de 2017
Km: 32,09
Desnivel en m: 622
IBP=39

Crónicas del Biker:

Tras una temporada de salidas en solitario hoy nos podemos juntar dos bikers, aunque con la obligación de evitar alejarnos de la villa y también con un límite de tiempo, cosas que pasan.

Con estas premisas salimos Javi y yo. Escogemos como zona de acción El Cortijo y nos ponemos en marcha, para ir improvisando a medida que haga falta.

Salimos de la ciudad por Valdegastea y nos encaminamos al bonito tramo del mirador del Ebro, parando brevemente al sobrepasarlo.

Es sólo una parada técnica, un ajuste del equipo antes de emprender la bajada, en este caso decidimos ir a la izquierda. 

Rápida bajada para ir dando un rodeo, tomar el camino viejo de Fuenmayor y volver al mirador del Ebro.

Pasado el tramo del mirador, decidimos bajar a El Cortijo por la senda, que hace mucho que no la hacemos y hay que ponerle algo de gracia a esto.

La senda está en buen estado y acometemos la bajada con prudencia pero bien.

Pasamos por las piscinas de El Cortijo y continuamos por un sube-baja que nos lleva de nuevo al camino Viejo de Fuenmayor. 

Javi propone la cuesta de las cabras como broche final de la jornada y allí que vamos.

Otra pequeña subida y hacemos un alto para avituallarnos en la zona de aparcamiento de cazadores, muy concurrida a esta hora.

Continuamos, el camino está en muy buenas condiciones.

Nos cruzamos en el trayecto con algunos cazadores y otro ciclista, seguimos a buen ritmo.

Más adelante entramos en la parte arbolada que nos llevará al inicio de la cuesta de las cabras.

Es aqui cuando decidimos probar a bajar por otra senda, así que cambiamos nuestro rumbo y retrocedemos para buscar la entrada y comenzar a descender por ella.

Se percibe en principio como una buena senda y así será.

Vamos disfrutando de la bajada, es entretenida, con tramos técnicos pero asequibles.

 Es larga, con lo cual disfrutamos más que un mono con un tambor.

Descendemos por esta entretenida senda hasta que finaliza en la misma cuesta de las cabras.

Desde aqui a toda pastilla bajamos lo que nos queda, por el observatorio geofísico, hasta entrar en la ciudad, donde terminaremos la mañana con unas rápidas viandas energéticas en un famoso bar de moda, como es menester para cualquier biker que se precie.

 

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