25 de febrero de 2018
Km: 46,50
Desnivel en m: 828
IBP= 49
Crónicas del Biker:
Hoy conseguimos juntarnos los tres, Javi, Antonio y yo.
Partimos en un día soleado, con baja temperatura pero despejado, con la idea propuesta por Javi de encaminarnos al León Dormido, que hace tiempo no tocamos ese sector.
Pasamos por Oyon, suguiendo el camino habitual, continuando en ascenso progresivo dirección al famoso monte.
Bucólica aproximación |
Los caminos están en buenas condiciones, quitando un par de sitios donde se encuentran los charcos perpetuos.
Nos acercamos tranquilamente a Lapoblación disfrutando del trayecto.
Inocente chavalería |
Seguimos sin ningún contratiempo aproximándonos al pueblo.
Ultima recta antes de la ascensión final |
Acometemos la última subida, los caminos siguen muy bien, el único problema es el fuerte viento que nos dificulta el pedaleo.
Apretando el ojal |
Una pequeña pausa tras superar esa primera rampa.
No sabe la que le espera |
A por el tramo final |
Boxes sacros |
Aqui es cuando decidimos seguir hacia los aerogeneradores y ciclamos por el camino que va al cementerio sin imaginar que vamos hacía nuestra perdición..
La zona ya está más húmeda y más adelante el recorrido se convierte en un resbaladizo paseo, la acción de las máquinas de tala han destrozado el camino, está bastante mal y pasamos con cuidado.
Entramos en los dominios de los aerogeneradores y casi de inmediato tomamos un sendero, en descenso, muy bonito pero con barro, nos salva un poco que está helado.... El terreno congelado cruje bajo las ruedas, ya vamos acumulando barro en nuestras cubiertas, pero sin ser problemático.
El recorrido es muy disfrutón, muy chulo y vamos librando de acumular excesivo barro.
Sendero |
A soltar lastre |
Y continuamos sin más demora.
Sendero bueno |
Bueno, pues después de finalizar el sendero, es cuando llega el apocalipsis barruno, entramos de lleno en un camino en el que de repente caemos en una trampa de fango de la que ya no hemos podido escapar.
A traición y por sorpresa |
Durante un largo trecho nos vemos atrapados continuamente en este fango pegajoso, que atasca bicis y humanos por igual.
Nos ralentiza y nos bloquea las máquinas, nos resulta imposible avanzar montados y a duras penas podemos proseguir empujando y porteando la bici.
Terminado este tramo infernal, debemos quitar en lo posible toda esa mugre pegajosa como el cemento, es barro del malo....
Mascarilla de barro, no veas como pesa la condenada |
A quitar lo que se pueda |
Así limpiaba asi asi... |
Continuamos, sin encontrar más zonas de arenas movedizas, para dirigirnos a Oyon y seguidamente a Logroño.
Por fin, sin barro |
Una vez en la villa debemos acercarnos a la gasolinera de Las Gaunas para quitar en la medida de lo posible todo este mal barro arcilloso, ya seco, que se encuentra pegado a toda la bici y es como el loctite del terruño.
Terminada esta costosa acción limpiadora damos por concluida esta jornada en la que nos hemos convertido en aunténticos hombres de barro.
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